Me hallaba tumbada en el sofá, tapada con una calentita
manta de terciopelo, mientras pasaba las hojas del libro que me había comprado
unos días atrás… El día había sido devastador.
Lo que hoy había ocurrido en el instituto me había cambiado.
Estaba segura de que nada volvería a ser lo mismo desde entonces.
El simple
intento de rememorar lo vivido esa mañana me destruía por dentro.
*Flashback*
Caminaba con Alba, una de mis mejores amigas, hacia la
máquina expendedora mientras buscaba a Uxía con la mirada, parecía como si se
la hubiese tragado la tierra.
Introduzco las monedas en la ranura y recojo el sándwich
vegetal y el agua que han caído. Espero a que Alba recoja su sándwich, pero, de
pronto unas manos me rodean la cintura y me arrastran hacia algún lugar. Cuando
me giro, veo su rostro, sus perfectos ojos azules centelleaban. Niall estaba
tan guapo ésta mañana. ¿Pero qué digo? Él estaba guapo siempre.
Alba nos miraba con una de sus caras extrañas. Le hice un
gesto que indicaba que volvería enseguida.
Niall me guió hasta las escaleras, en las que no había
absolutamente nadie. Me apoyé en la pared y él me rodeó con sus brazos, entonces, nos miramos a los ojos, sonreímos,
nos inclinamos hasta que nuestros labios se rozaron, nos besamos y el tiempo se
paró. En ese momento, solo éramos nosotros, disfrutando de aquel beso
interminable.
Niall: Ya te echaba de menos.
Tami: Hmm… Creo que yo más.
Niall: Imposible.
Tami: Cierto.
Niall: Cállate.
Tami: Cállame.
Rozó mi mejilla derecha con su mano y acercó su rostro al
mío, volvimos a fundirnos en un beso, esta vez más corto.
Niall: ¿Crees que podrías quedarte aquí todo el descanso?
Tami: Bueno, tengo que ir a avisar a Alba.
Niall: Bien, te espero aquí –dijo dándome un beso en la
mejilla.
Salí hacia el patio en busca de Alba, cuando salía me
encontré con Laura, una de las “amigas”, por no decir súbditas, de Sara. Me
miró con una mirada un tanto desafiante, como siempre. “Ay, hija de mi vida,
cuánta envidia”, no pude evitar pensar.
Unos cuantos pasos más adelante estaba Marta, una chica de
mi curso, le pregunté por el paradero de Alba y me dijo que había subido a la
biblioteca. “Otra vez para arriba” pensé.
Lo bueno era que volvería a verle a él, aunque solo fuesen
unos segundos, ya que el camino más corto hacia la biblioteca pasaba por las
escaleras en las que Niall me esperaba.
Sinceramente, esperaba encontrarme su sonrisa, sus ojos
brillantes mirándome, pero me encontré algo que me destruyó por dentro. Parte
de mi corazón se detuvo cuando vi a Niall y a Laura besándose.
No me creería lo que estaba ocurriendo si no lo estuviese
viendo con mis propios ojos. No me esperaba esto de Niall, había apostado mucho
por él, puse mi confianza y esperanzas en él y ahora era él el que destruía
todo mi mundo.
Salí corriendo mientras las lágrimas se derramaban por mis mejillas,
Niall se dio cuenta de que los había descubierto y me siguió hasta el baño. Me
encerré en uno de las cabinas y cerré con el pestillo, mientras me apoyaba en
la pared y me deslizaba hasta tocar el suelo. Niall me llamaba entre suspiros
mientras golpeaba la puerta para que le abriera pero, lo único que yo escuchaba
en aquel momento era el sonido de mi corazón quebrándose en mi pecho. Mi cabeza
iba a explotar. Sentía que no podía respirar.
Niall: Amor, por favor ábreme, puedo explicártelo, de verdad…
Abrí la puerta y sin vacilar le di una bofetada. La rabia
que tenía contenida dentro de mi me pudo en ese momento.
Tami: No me vuelvas a llamar “amor”, jamás. Esa palabra se
dice cuando se siente de verdad.
Salí a toda prisa del baño. Mientras caminaba hacia clase me
secaba las lágrimas que resbalaban sin cesar por mis mejillas. En cuanto llegué
recogí todas mis cosas y decidí marcharme a casa, el dolor que sentía era
insoportable. Y no me refería al dolor físico, sino al dolor de verdad, ese que
hace que no puedas parar de llorar, ese que te destroza lentamente por dentro,
ese que no olvidas, ese que te hace pensar que no podrás seguir. Ese que te
hacía ver, que el cuento de hadas se había acabado, y no tenía un final feliz.
*Fin del flashback*
Me levanté del sofá y me acerqué al piano que meses atrás
había abandonado y cubierto con una sábana blanca. Desde aquella vez no volví a
tocar. Había pasado tardes maravillosas sentada frente a ese piano con… Al
pensar en él se me erizó la piel y exhalé un suspiro. Desde aquella vez no
volví a confiar en un chico como confié en él, hasta que apareció Niall y me
dejé llevar como una tonta. La historia se repetía.
Me senté en el banquito que estaba frente al piano y toqué
algunas teclas. Me sorprendió que siguiera afinado después de tanto tiempo. Me
relajé un poco y empecé a tocar.
"Turnaround, every now and then I get a little bit lonely and you're never coming around, turnaround, every now and then I get a little bit tired of listening to the sound of my tears".
Seguí tocando durante unos segundos, hasta que las lágrimas
empezaron a brotar de mis ojos. Intenté por todos los medios contenerlas y
terminar la pieza, pero me fue imposible. Dejé de tocar y empecé a hacerme
preguntas.
“¿Por qué siempre había algo que se entrometía en mi vida
amorosa? ¿Por qué el destino se cebaba tanto conmigo? ¿Qué había hecho mal?”.
Me parecía increíble lo que estaba ocurriendo, no hacía ni un día, yo estaba
con Niall en el paseo, disfrutando de sus besos y de sus abrazos y ahora, estaba
sola, muriéndome por dentro. Le había dado demasiado, en muy poco tiempo. Había
sido una completa idiota.
Volví a tumbarme en el sofá y entre lágrimas, me dormí, en
un intento de escapar de la cruel realidad.